.
En cuanto al nombre,
Mestral es el viento que sopla en el pueblo en el que el artista pasó su infancia, cerca de Tarragona, y aunque ha vivido en muchos lugares que quiere (en Barcelona, Barbastro y, actualmente, en Madrid) guarda especial recuerdo por aquel pueblo de mar.
.
Hace canciones desde los dieciséis años. Por aquel entonces no sabía tocar la guitarra, y grababa las melodías que imaginaba en una grabadora, en forma de silbido o tarareo. Al poco empezó a tocar por su cuenta una guitarra española, y a medida que iba aprendiendo acordes fue componiendo más canciones. Con el tiempo acabó tocando versiones acústicas en un bar de Barcelona. Tras ello, sufrió cierto estancamiento. No fue hasta más tarde, cuando se trasladó a Madrid, que retomó las cosas. Recibió durante un tiempo clases de guitarra eléctrica de David Negrón, aprendió todo lo que pudo de este instrumento y de géneros como el rock y el folk; se examinó, conoció más sonidos y artistas, y tras un tiempo tomó clases de nuevo con el guitarrista argentino de jazz Hernan Hock.
.
Muchas veces se pregunta por qué compone canciones si el mundo ya está repleto de ellas. Por un lado cree que es consecuencia de toda la música que ha escuchado: Beatles, Eagles, Pink Floyd, Jonh Coltrane, Whitesnake, Antonio Vega, Clapton, Van Morrison, Los Secretos, Dire Straits, U2, Jeff Beck, Jonh Mayer, Gary Moore, Hendrix, etc. Tal vez componiendo expresa también cuestiones que por otros medios se ve incapaz.
.
Su primer disco quería transitar por diferentes estilos (rock, folk, funky, instrumental) mediante instrumentos orgánicos (baterías, bajos y guitarras), juegos de voces y, ocasionalmente, sonidos progresivos, de cuerda y de otras culturas. Los cuarenta minutos exactos del LP comienzan con una apertura instrumental de corte progresivo y le siguen canciones que indagan las consecuencias que el tiempo ejerce sobre los sueños; hablan de aquellos que se realizan (
Las causas pendientes,
Signo y Símbolo y
Abre bien las manos) pero también de los que se rompen (
La mitad,
Callejón o
Cruce de caminos); hay también homenajes como
Sadako (dedicada a la japonesa Sadako Sasaki y sus “mil grullas”), canciones que hablan de estos tiempos de pandemia (
Sin vergüenza) y también canciones de temática más surreal como
Maniquí. Para poder grabarlo tuvo la suerte de poder trabajar junto al productor Beni Díaz (y su estudio, El Búnker de San Crispín, en Madrid), los pianos de Xavi del Palacio y los arreglos de cuerda Carolina Jiménez. Sin ellos no existiría este disco.
.
Pasados unos meses en los que ha sido imposible tocar por la situación sanitaria,
Mestral decidió hacer un directo desde el estudio con algunos de los temas de ese álbum. Para ello contó con la producción y el bajo de Beni Díaz, la talentosa guitarra de Jaby Sánchez y el ritmo de Roberto Natal, los tres músicos profesionales en varias formaciones y con un gran bagaje musical.
.
Además decidió grabar un tema más inédito,
Sin dolor, y con ello crear un disco en directo grabado como se hacía antes, a una toma, con el propósito de llevar esos directos que han sido imposibles de hacer. Todo eso es lo que forma el disco
Desde el Búnker.
.
Entre tanto también cabe destacar que el artista está grabando diez canciones nuevas, que pretenden ser un disco que incluya sonidos rock, folk y también pinceladas tradicionales de la zona del Alto Aragón, para homenajear la tierra de su madre.