El valenciano Luís Carrillo reinventa su Pop Rock nacional revistiéndolo de una iconografía única y una combinación melódica que va desde lo orgánico hasta lo electrónico.

Luís Carrillo comienza su andadura en la música hace muchos años, pero es en el 2016 cuando decide sacar su primer
EP “La Casa del Aire”. En él cuenta, nada más y nada menos, que con el artista Mikel Erentxun como padrino y colaborador.

Años más tarde, en Marzo del 2019, sacó su segundo trabajo de estudio titulado “Raíces”, un recopilatorio de diez nuevos temas que vagan entre el pop, rock y el folk con una instrumentación fresca que adorna unas letras bien cuidadas y profundas.

Actualmente, el artista se encuentra inmerso en la salida de su tercer álbum producido y grabado en Madrid junto a la productora y compositora Adriana Moragues (Sony ATV). «La manzana» es el primer adelanto de este trabajo.

El músico ya hacompartido escenario con artistas de la talla de Sidecars, Carmen Boza, Rubén Pozo (Pereza) o Loz Zigarros.

En una de sus letras, Luís Carrillo dice que “Todavía queda tiempo y alguna canción”, por lo que estamos avisados de que esto no ha hecho más que comenzar.

Su canción, «La manzana», es un trabajo que habla de lo sugerente y erótico de las primeras interacciones entre dos personas desconocidas que se han encontrado una noche en la ciudad. Una obra que aúna el presente a través de una escena cotidiana con la clásica iconografía de la manzana como concepto del pecado y la tentación de lo prohibido.

Está a caballo entre lo orgánico y lo electrónico, donde puedes encontrar a una banda tocando en directo, pero tratando el sonido de manera más filtrada y moderna que va subiendo de intensidad de manera progresiva hasta llegar a la catarsis de la canción.

Por primera vez, esta obra rompe con el sonido más acústico y tradicional de Luís, dejando atrás el concepto cantautor y dando paso a un aire más transgresor, sutil, moderno y elegante.

Si tenemos que hablar de las influencias más cercanas, podríamos hablar desde una nueva “Morena mia” con una cara lavada, hasta una fusión entre las canciones de Harry Styles y C. Tangana.

En el mes febrero el artista dispara su nuevo trabajo: «El Sendero». Esta canción habla de ese momento en el que la cabeza te juega una mala pasada y todo se torna oscuro y complicado. Habla de ese fantasma llamado ansiedad, y de cómo éste puede hacer que todo lo que suba, acabe cayendo. No todas las canciones hablan de cosas buenas, no siempre se puede estar bien. La manera que tiene el cantante y compositor de sacarlo es escribiendo y cantando para que podamos sentirnos identificados y comprendidos con sus vivencias.

En este single, el carácter eléctrico y pesado prevalece sobre los sonidos acústicos y reposados habituales en la música de Luís. Este nuevo giro da paso a un aire más transgresor, sutil, moderno y elegante, que va subiendo de intensidad de manera progresiva hasta llegar a la catarsis de la canción.

En primavera estrena «El grito», una canción que habla de ese momento en el que todo comienza a coger color y las cosas salen bien. Habla de lo peliculera y creativa que puede llegar a ser la mente cuando el optimismo y lo bueno entran en ella. Es un canto en tono cotidiano y luminoso referente a que lo más importante es “vivir un poco cada día” y que buscar la felicidad en las pequeñas cosas puede ser la clave.

Es una chacarera argentina con toques modernos y épicos para buscar la emoción en cada acorde. Un género arriesgado con tintes de himno que entran ganas de cantar a pleno pulmón.